26 junio 2015

Un libro de Rafael Navarro Valls


El profesor Rafael Navarro Valls, de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, ha escrito un buen puñado de libros, incluídos manuales de su especialidad (el derecho matrimonial canónico y el derecho eclesiástico). Escribe mucho en la prensa, de papel y digital, lo que se agradece. Por ejemplo, su reciente nota sobre la encíclica Laudato si': "Entre catastrofismo ecológico y ecología light" [Zenit]. El libro al que me refiero es uno viejo ya, Del poder y de la gloria, que se publicó hace diez años en Ediciones Encuentro. En realidad, no hay ningún motivo particular por el que me refiera a él, más que dió la casualidad que ayer pasase por la calle san Fernando, y se me ocurriese entrar en una de las librerías universitarias (en esa calle, además de ochocientos bares y un estanco, sólo hay dos librerías, si no cuento mal, "Giraldillo" y "Vértice"). El libro de Navarro Valls se saldaba allí por 2,60 euros, y me pareció muy digno para entretenerme con él yendo en el autobús, o a la hora de la siesta. Un libro que se ha hecho viejo, porque es de esos que reúnen artículos de periódico (estos, del diario El Mundo), superados por la actualidad incesante. El de Navarro Valls, artículos que se remontan a 1989, y se refieren al "poder" de los USA (los mandatos de Nixon a Bush), o a la "gloria" del Vaticano (el largo papado de Karol Wojtyla). Me ha encantado ese rasgo simpático del autor, que confiesa que se aburrió en una conferencia de Lech Walesa en la universidad de Lublin (donde Wojtyla enseñó ética) [conoZe]. Pero hace verdadero el dicho antiguo de que no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena. Tienen su encanto los libros de época (aunque la época sea de hace veinte años). El libro este demuestra que el saber jurídico no envejece, y es siempre novedoso. Los casos serán antiguos, pero la enseñanza es perenne. Un ejemplo, la batalla legal de Larry Flint, editor de prensa pornográfica, sobre la que apareció una película en 1996, "The People vs. Larry Flynt" [wiki]. A Flint se le presentaba en el filme poco menos que como un campeón de la libertad de expresión (free speech), y lo cierto es que ese argumento no era más que un pretexto para defender el comercio de la imagen envilecida de la mujer. Un caso, expuesto con brevedad en uno de los artículos antiguos de Navarro Valls, que enseña que la agitación vociferante de los derechos humanos (por ejemplo, el de expresarse libremente en internet, o en las "redes sociales") no tiene ningún valor, si la reclamación no está respaldada por una dimensión ética sólida y defendible.

Otra cosa: el último libro de Rafael Navarro Valls, publicado este mismo año, va en la misma línea del que he comentado: Entre dos orillas. De Barack Obama al Papa Francisco [EIUNSA].

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