06 octubre 2009

El bocadillo de calamares en Argüelles


Uno es tan castizo, que para celebrar el ingreso en territorio nacional y la llegada a la capital de España, no se me ocurre otra cosa que devorar un bocadillo de calamares en este bar de la calle marqués de Urquijo, en el barrio de Argüelles, a un paso del cortinglés de Princesa. Es además el ritual que nos imponemos los que venimos de provincias cada vez que vamos a los madriles. Con esta vieja costumbre, que me hace sentir ya como en casa, termino esta crónica visual, un tanto errática y caprichosa, de mi viaje a Italia. En el próximo post, como había prometido, concluiré lo que llamo la crónica libresca del viaje.

3 comentarios:

  1. Pues no es mal final, contrapunto a las pizzas en la Piazza de la Signoria.

    Un abrazo

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  2. El bocata de calamares, del desaparecido bar Rivero, en la calle Rivero, frente a "Higiene Sevilla".

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  3. Curiosa la calle Rivero. Está a la vista de todos, y parece una calle oculta, escondida, secreta, hasta en esa "Higiene Sevilla".

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