03 diciembre 2007

La esperanza de Stephen Hawking

El pasado 8 de septiembre el diario The Times publicaba una entrevista al físico Stephen Hawking, que promociona un libro infantil escrito con su hija Lucy. Se ha publicado también este domingo en el Semanal de Abc. El periodista le pregunta: "¿Cree usted en Dios? ¿Qué es de nosotros al morirnos?". La penosa respuesta de Hawking, vehiculada por medio de un ordenador, fue la siguiente: "¿Que si tengo fe? No tengo fe en los cuentos de hadas del más allá. Yo creo que al morir nos convertimos en polvo otra vez. Pero a la vez somos inmortales en cierta forma, por medio de nuestra impronta personal y a través de los genes que transmitimos a nuestros hijos...".

Parece una respueta poco inteligente, poco meditada, atrapada en pensamientos vulgares. También Benedicto XVI responde a esta visión crasa de nuestro porvenir, en su encíclica Spe salvi: "Quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida (cf. Ef 2,12). La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando «hasta el extremo», «hasta el total cumplimiento» (cf. Jn 13,1; 19,30). Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que sería propiamente «vida» (...). La vida en su verdadero sentido no la tiene uno solamente para sí, ni tampoco sólo por sí mismo: es una relación. Y la vida entera es relación con quien es la fuente de la vida. Si estamos en relación con Aquel que no muere, que es la Vida misma y el Amor mismo, entonces estamos en la vida. Entonces «vivimos».

7 comentarios:

  1. ¿Te parece una respuesta poco inteligente? Yo creo lo contrario. Hawking responde en forma brillante, lejos de lo que llamas "pensamientos vulgares". Tienes, por supuesto, pleno derecho a creer en lo que el científico llama "cuentos de hadas", pero no estás exento de la intolerancia que caracteriza a muchos creyentes. Uno cosa es pensar que tu dios es único y que su verdad es exclusiva e inapelable, pero el mundo es más ancho que esas creencias.

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  2. Bueno, Carlos, primero agradecerte que salgas a la palestra en defensa de las opiniones de Hawking.

    Mantengo, sin embargo, la apreciación de que la respuesta es, sobre todo, poco meditada. Es la respuesta que da hoy cualquier ateo, y además la más sencilla. Lo arduo es reconocer al Creador (según pienso).

    Por lo demás, lo que pretendía yo explicar es que reposar nuestra pervivencia en los genes, o en la "impronta personal", es una pobrísima esperanza, a poco que uno se pare en pensar en ello.

    Los creyentes tenemos derecho a compadecernos, simpáticamente, con los ateos o increyentes. Esto creo que no es intolerancia.

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  3. Añado, Carlos, que quien cree en Dios, no lo toma como una opinión entre otras, sino como la Verdad, la Verdad hallada. No es una opinión que uno pueda corregir de un día para otro, o como consecuencia de una discusión más o menos larga. Por eso, no sé qué filósofo decía que no debía admitirse discusión sobre los principios.

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  4. Así que decir que no cree en "cuentos de hadas" es una postura inteligente.

    Asombroso.

    Yo tampoco creo en cuentos de hadas. Es más, ni en el big bang. Es más hermoso Hesíodo que el big bang.

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  5. Más a más, los "cuentos de hadas" tienen más importancia en la vida de un hombre que el "enfriamiento térmico del universo".

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  6. Perdón, pero lo que me parece poco inteligente es decir que el comentario de Hawking es poco inteligente. Uno puede tener cualquier idea en mente, pero un poco de visión crítica, por favor.

    Y bueno, al comentario de "Yo tampoco creo en cuentos de hadas. Es más, ni en el big bang." también me gustaría responder, pero me parece tal su ignorancia, que igual podríamos estarnos una vida para que empezara a entender la diferencia entre un conocimiento adquirido por el método científico a uno adquirido "por la gracia de Dios".

    Y no, no quiero la compasión de nadie, puedes guardártela.

    Y puede ser que los cuentos de hadas sean más importantes para un hombre que el enfriamiento térmico del universo, pero hay gente que le gusta ir más allá y pensar en la humanidad como un todo, que evoluciona y conoce su entorno y a sí misma gracias a personas como Galileo, Newton, Fermat, Hamilton, Gauss, Cauchy, Schrödinger, Einstein, Feynman, Penrose y sí, Hawking.

    Pero en fin, saludos.

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  7. Tabris, te contestaré en un nuevo post. Saludos

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