30 mayo 2007

My country, right or wrong

'My country, right or wrong,' is a thing that no patriot would think of saying. It is like saying, 'My mother, drunk or sober.' ("Mi país, con razón o sin ella" es algo que ningún patriota debiera tener el pensamiento de decir. Es como decir: "Mi madre, ebria o serena") G.K. CHESTERTON, The Defendant (1901).

La frase 'my country, right or wrong' se atribuye al senador norteamericano Carl Schurz (1829–1906). Ver explicación aquí.

27 mayo 2007

Chalaneo en el Nilo

Durante la travesía por el Nilo en crucero, los vendedores de chilabas, chales y toallas aprovechan para tentar a voces a los turistas asomados en cubierta, arrojándoles la mercancía a bordo desde sus modestos esquifes, donde hacen equilibrios para recoger el precio convenido o la mercancía devuelta. Si esto no es trabajar, que venga Dios y lo vea.

25 mayo 2007

En la tumba del faraón


Para visitar la tumba del faraón Tutmosis IV hay que estar fuerte. La entrada está en lo alto del monte, circunstancia que la ha preservado de las avenidas de agua, y hay que superar la escalerita de la foto. Subí con la lengua fuera, y a mitad de recorrido, apoyado en la baranda, un turista francés me decía: ¡Cuide su corazón...! Al llegar a lo alto, un gentil guarda se ofreció a hacerme una foto (exhausto), previo pago de 100 rupias. La tumba es admirable; dentro había un ventilador, y no me atreví a que me diese el fresco... no fuese a ser que el guarda de la tumba me pidiese otras 100 rupias por abanicarme...

22 mayo 2007

Desierto digital


Después de este largo paréntesis teológico, que ha dado que hablar hasta de complejidad, holismo, propiedades emergentes y otros asuntillos, retomo el serial prometido de mi periplo egipciano, que tenía abandonado. Ahora con la distancia (de espacio y de tiempo) algunas anécdotas y sucedidos me parecen aún más chistosos (en la foto de arriba, un paisano del lugar enseñándonos, previo pago de 100 rupias, cómo se toman buenas instantáneas de las pirámides...).



07 mayo 2007

Alvin Plantinga

El profesor de la Universidad de Notre Dame (Indiana) Alvin Plantinga ha publicado un comentario contundente al irritante libro de Dawkins The God delusion (la ilusión de Dios). Plantinga recurre a su brillante argumento de que el naturalismo (una variante del materialismo) es inconsistente con el proceso evolutivo que ha desembocado en seres pensantes. Copio y pego su conclusión:

"The real problem here, obviously, is Dawkins' naturalism, his belief that there is no such person as God or anyone like God. That is because naturalism implies that evolution is unguided. So a broader conclusion is that one can't rationally accept both naturalism and evolution; naturalism, therefore, is in conflict with a premier doctrine of contemporary science. People like Dawkins hold that there is a conflict between science and religion because they think there is a conflict between evolution and theism; the truth of the matter, however, is that the conflict is between science and naturalism, not between science and belief in God."

(La verdadera cuestión es el naturalismo de Dawkins, su creencia de que no existe la persona de Dios ni nada que se le parezca. Esto es porque el naturalismo implica que la evolución es un proceso ciego, sin guía. Una conclusión más general es que uno no puede racionalmente aceptar a la vez el naturalismo y la evolución; en consecuencia, el naturalismo entra en conflicto con una de las doctrinas principales de la ciencia contemporánea. La gente como Dawkins sostiene que existe un conflicto entre ciencia y religión porque piensa que hay un conflicto entre evolución y teísmo; la verdad, sin embargo, es que el conflicto se da entre ciencia y naturalismo, no entre ciencia y fe en Dios).

Vía: prosblogion

Un resumen de las tesis de Alvin Plantinga, en su entrada religion and science en la Stanford Encyclopedia of Philosophy.

Actualización: Otras críticas del libro de Dawkins: de Alister McGrath y Javier Monserrat

05 mayo 2007

Aegyptiaca

Hago un paréntesis en mi pequeña crónica de viaje a la tierra de Ramsés, para recomendar un par de libros a los que se vean sorprendidos por un repentino ataque de egiptomanía. Para conocer al detalle la historia antigua, se acaba de publicar la Historia del antiguo Egipto de Oxford U.P. También me parece inevitable acercarse a la obra del más celebre de los escritores cairotas contemporáneos, Naguib Mahfuz (sobre el que volveré a hablar más adelante). Una de sus novelas más sobresalientes, muy indicada para los tiempos que corren, es Hijos de nuestro barrio (1959), con reimpresiones continuas en castellano. Mahfuz murió el verano pasado, a edad avanzada, después de haber sobrevivido a un atentado de un extremista islámico.

03 mayo 2007

El perfil de Egipto


Egipto, que no es un país árabe, comparte con otros países del mundo musulmán ese singular perfil de un pueblo de fe islámica, sobrepuesto a un pasado extraño y extinguido: un pueblo de creyentes que habita en la antigua tierra de los faraones, the cradle of civilizations, como gustan publicitarse. Pero no hay hombre o mujer egipcios que no se sientan hoy vívamente orgullosos de su pasado esplendor, del que en parte viven, y en ocasiones alardean de ser descendientes del mismísimo Ramsés.